Por Isai del Carmen San Miguel[1]
La semántica es una
disciplina lingüística que se encarga del estudio de los significados de los
signos lingüísticos[2] y
del análisis de estos. Dentro del análisis semántico, encontramos el cambio
semántico; este es el proceso de cómo una palabra cambia o adquiere un nuevo
significado, ya que como la lengua es dinámica, va cambiando con el tiempo, con
las culturas o con otros aspectos extralingüísticos. «Coseriu (1973: 69) menciona
que: “la lengua cambia justamente porque no está hecha sino que se hace
continuamente para la actividad lingüística”. Dicha actividad es de naturaleza
dinámica, se puede afirmar que el lenguaje es actividad libre y creadora.»
(Noya, 1994, p. 374).
Los cambios semánticos pueden
variar el significado de la palabra, ya sea ampliando o restringiendo su
significado. Ya que la lengua es dinámica, irá creando nuevas palabras o las
palabras ya creadas cambiarán o adquirirán nuevos significados diferentes a los
que ya tenían. Según Jiménez (1996, pp. 186-187), los tipos de cambio semántico
pueden darse de distinta manera. Pueden ser cambios léxicos; fonológicos,
morfológicos y sintácticos; cambio voluntario de significación y cambio involuntario
de significación. El cambio semántico a diferencia de otros procesos como los
cambios fonológicos y cambios gramaticales, no es lento; sino está conectado
con la realidad social.
Jiménez (1996) señala que los cambios
fonológicos, morfológicos, sintácticos y léxicos pueden darse por incorporación
léxica o por pérdida léxica. El primer caso ocurre debido a la otorgación de un
nuevo nombre a un objeto que no tenía; el segundo caso puede darse debido a que
el objeto designado pierde su uso o deja de usarse o cambia a un significado
distinto del objeto.
El cambio voluntario de la
significación «se da en la creación de una palabra nueva apoyándose en el
empleo que mejor suene» (Jiménez, 1996, p. 186). El cambio involuntario de
significación «se da cuando se le da una nueva definición a términos antiguos» (p.
187) logrando obtener un nuevo sentido
de la palabra. Asimismo, los cambios semánticos pueden presentar, en el uso de
la lengua, diferentes figuras de significación. Esto es “interpretaciones” de
significados como el caso del disfemismo, eufemismo, hipérbole, ironía,
metáfora, metonimia, peyorativo y sinécdoque.
El disfemismo es la expresión
peyorativa o con intención de rebajar la categoría del objeto (por ejemplo, “no comeré más esa comida
chatarra”). El eufemismo
es la expresión que suaviza una expresión dura o malsonante (por ejemplo, “Juan es
una persona llenita”). La hipérbole
es la intensificación o exageración de una palabra (por ejemplo, “se quedó
callada, parecía muerta”). La ironía
es el uso de una palabra, pero expresando el sentido contrario (por ejemplo, “es
tan sincero Castañeda”). La metáfora
es la utilización de una palabra con un
sentido parecido aunque diferente de su sentido habitual (por ejemplo, “arder
en deseos, estar en la flor de la vida).
La metonimia es la expresión de un término que hace referencia a otro (por
ejemplo, “los niños son la alegría de la
casa”). El peyorativo es el modo de expresión que indica una idea
desfavorable del objeto (por ejemplo, “¿vive en esa casucha?”). Por último, la sinécdoque es la
expresión de una palabra para referirse a otra palabra con la cual tiene una
relación (por ejemplo, “trabajaré para traer pan a la mesa”).
La semántica es una disciplina
importante porque nos permite identificar y analizar los diferentes cambios
semánticos que se dan en relación a nuestra realidad social. Asimismo, nos
permite analizar y entender los diferentes tipos de expresiones que utilizamos
en nuestra habla diaria.
Referencias bibliográficas
Referencias bibliográficas
Jiménez, J. (1996). La problemática del cambio semántico en la lengua como sistema de valores: aproximación epistemológica. Universidad de Alicante.
Noya,
C. (1994). Los cambios semánticos: orígenes y consecuencias. Pragmalingüística, Nº 2: 373-386.
[1] Estudiante de décimo ciclo de la E. A. P. de Lingüística de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos con experiencia en docencia y manejo
de grupos. Interesada en estudios sobre castellano y metodologías de enseñanza
de segunda lengua.
[2] El signo lingüístico está en todas las lenguas, lo podemos
encontrar en enunciados, expresiones, palabras, etc.
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