miércoles, 18 de octubre de 2017

Oralidad de la lengua murui-muinanɨ


Por Anell Melissa Balabarca Albino[1]
La lengua originaria murui-muinanɨ pertenece a la familia lingüística huitoto. Según Jiménez (2013), durante el Seminario de Lingüística Aborigen, Patiño Roselli presentó la lengua conformada por los dialectos bue, mɨka, mɨnɨka y nɨpode.  Los hablantes de esa lengua habitan en la Amazonía, entre los países de Perú, Colombia y Brasil. En Perú, según datos proporcionados por el Ministerio de Cultura, habitan las zonas de los ríos Putumayo, Napo y Amazonas en el departamento de Loreto y son 5422 habitantes aproximadamente.
La tradición oral de esta comunidad fue por mucho tiempo el único medio de transmisión cultural intergeneracional. Para García (2016), esta se da en el desarrollo de algunas reuniones sociales, que incluyen clases de discurso como los hechizos de protección, encantamientos, el canto y la oratoria; para esta cultura, en específico, en la producción de cerveza de coca, tabaco y yuca.

Las tradiciones orales de los murui-muinanɨ se presentan con diferentes formas expresivas, entre ellas:
a)       Los cantos
Existen de varios tipos y se acompañan de un baile. En la cultura murui-muinanɨ, estos representan el cambio de estado de los participantes; así, existen bailes de duelo, de nacimiento, asignación de nombres rituales, etc. (García, 2016). Para Urbina-Rangel (como se citó en García, 2016), cuatro son las más importantes por haber sido heredadas del Moo Buinaima (padre creador): Yadiko, Menizaɨ, Zɨkɨi y Yuakɨ.

Los términos utilizados en los cantos de la comunidad son diversos. En la investigación realizada por García (2016) sobre los bailes huitotos, se mencionan términos como rote para referirse, globalmente, a la acción de cantar; sin embargo, bajo este concepto se emplean otros términos según las funciones que le corresponden. Así, se emplea el término  aiaɨde cuando se trata de un «canto antifonal cantado por una mujer durante un baile ritual»  (p. 44); se denomina jɨɨde o dɨuena al canto realizado durante la curación de un chamán; el canto para la preparación de un baile, donde una persona es la encargada de enseñar a otros, se refiere como zomade; finalmente, a los cantos interpretados por los jefes de los «bailes de prestigio», se les llama buñua.

b)       Lletarafue
El término es traducido como “consejo”, corresponde a un género de discurso que se expone en el “patio de la coca” durante la noche. Solo pueden participar hombres de la comunidad, dentro de la maloca, y tiene como finalidad aconsejar a los jóvenes el respeto de los valores y conocimientos de su pueblo. Resulta ser una forma de discurso que demuestra un elemento de la pedagogía indígena (Gasché, 2009). Según García (2016), estos consejos buscan resolver desordenes morales o sociales, tales como «la rabia, la envidia, el aburrimiento, los celos y la locura» (p. 54).

c)       Eeikɨ
García (2016) lo describe como una adivinanza cantada. Expone que este canto se contextualiza en una fiesta, donde los comuneros llaman a rafue naanɨ (dueño de la fiesta) y sus allegados a integrarse a su grupo y a adivinar a qué aluden lo que cantan. Los hombres más jóvenes son los que tratan primero en encontrar la solución, si no lo pueden hacer, los comuneros siguen repitiendo el canto y además añaden nuevas palabras a manera de pistas. Lo que se espera es que el rafue naanɨ tenga el conocimiento suficiente como para resolver la adivinanza, de esa forma se comprueba que es un verdadero sabio. Si un  rafue naanɨ no puede resolver estas adivinanzas, puede morir antes de concluir el baile. Esto demuestra «el carácter antagónico de este y de los demás grupos de baile» (p. 48). Respecto a esta tradición, Gasché (2012) afirma que presenta una tendencia al abandono de la función competitiva debido al fallecimiento de los sabedores rituales, los ancianos, y la falta de transmisión de sus conocimientos discursivos a las generaciones más jóvenes.

d)      Eeikɨ bɨtarakɨ
Probablemente se trata de una variante del género ya mencionado, según Gasché (2012) es una práctica que corresponde solo a las comunidades de la variedad mɨka. Se realiza en la fiesta uuikɨ, los invitados vienen a preguntar por el origen (jenikɨ) y la creación (komuillano) de cada fruto que entregan al dueño de la fiesta, quien deber responder la pregunta contando la historia del origen y creación de los frutos.
La oralidad y sus diversas formas de expresión resultan importantes no solo para las culturas indígenas sino para la sociedad nacional en general, ya que a través de ellas se ha mantenido un cúmulo de conocimientos y costumbres, que cumplen además un proceso de aprendizaje intergeneracional.

Referencias bibliográficas
García, O. (2016). Danzando fakariya: los bailes uitotos como modelo de organización social en la Amazonía. Bulletin de l’Institut Français d’Études Andines, 45 (1). 39-62.
Gasché, J. (2009). De lo oral a lo escrito. Buenos Aires: CONYCET.
Gasché, J. (2012). Cuatro cantos-adivinanzas Huitoto. Sociedad Bosquesina. Recuperado de http://www.sociedadbosquesina.pe/musica/cuatrocantos-adivinanzashuitoto.
Jiménez, M. (2013). Exploración fonética, acústico-articulatoria, de las vocales del uitoto, dialecto nɨpode (Tesis de licenciatura). Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia. 






[1] Estudiante de 10º ciclo de Lingüística de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Expositora en la Expolingüística 2016, organizado por la E. A. P. de Lingüística (UNMSM). Entre sus temas de interés de investigación se encuentran la sociolingüística, políticas lingüísticas y planificación lingüística.

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