Por Carlos Joel Vargas Guerrero[1]
Se sabe que la
escritura constituye una de las invenciones más importantes del hombre, además
que ha tenido una evolución que ahora la vuelve muy necesaria en la
comunicación y en la conservación de informaciones. Las lenguas que no
presentaban escritura han experimentado un proceso de “modernización
lingüística” en el que se les ha elaborado alfabetos útiles en diferentes
ámbitos como el educativo. Sin embargo, no todo queda en el plano escrito, sino
que resulta importante conocer cómo las culturas ágrafas han preservado durante
mucho tiempo saberes y conocimiento mediante la oralidad y qué características
presenta esta. Walter Ong ([1987] 2010) explica estas cuestiones mediante un
conjunto de psicodinámicas de la
oralidad propias de las culturas orales primarias; estos conceptos, que serán
explicados más adelante, son expuestos por Ong en su libro Oralidad
y escritura/Tecnologías de la palabra.
Las psicodinámicas de
la oralidad se pueden entender como mecanismos que permiten a los hablantes de
las culturas orales primaras interrelacionar su experiencia, su memoria y la
reproducción de este conocimiento. De esta manera, han podido conservar durante
mucho tiempo tanta información sin recurrir a la escritura; solo valiéndose de
la oralidad. Recordemos que todo lo expresado en el plano oral deja de existir inmediatamente
después de ser pronunciado, entonces es mediante estos mecanismos que se logra
preservar generación tras generación un gran cúmulo de conocimiento y en donde
juegan un papel importante los mitos, leyendas, cuentos, canciones, discursos,
etc. Ong ([1987] 2010) plantea tentativamente las siguientes psicodinámicas de
la oralidad; pero no descarta que existan más o se reformulen las que él
propone:
Ø
Acumulativas antes que subordinadas
En
la oralidad de los pueblos de culturas orales primarias se tiende por el uso de
oraciones coordinadas antes que subordinadas. Es necesario también considerar
el contexto (pragmática) en la comprensión de los mensajes puesto que hay
cierto desorden cuando se presenta la información.
Ø
Acumulativas antes que analíticas
Característica
expresa en el uso de fórmulas que permiten guardar en la memoria la
información, además, se carga de epítetos a los sustantivos a fin de reforzar
la caracterización de personajes.
Ø
Redundantes o “copiosas”
En
las historias de los pueblos orales se recurre a la repetición con la finalidad
de actualizar constantemente lo que se está diciendo.
«La
redundancia, la repetición de lo apenas dicho, mantiene eficazmente tanto al
hablante como al oyente en la misma sintonía». Ong (1987] 2010, p. 46)
Ø
Conservadoras y tradicionalistas
La
información es transmitida generación tras generación durante siglos. Los
sabios ancianos son respetados por conservar este conocimiento y transmitirlo;
además, se puede incorporar información nueva en las historias.
Ø
Cerca del mundo humano vital
En
ausencia de la escritura, las culturas orales presentan una conexión más
estrecha con la naturaleza y el mundo inmediato. El conocimiento se va formando
a partir de la experiencia.
Ø
De matices agonísticos
Se
sitúa el conocimiento cultural en contextos belicosos de lucha y enfrentamiento
incluso sangrientos. «La descripción entusiasta de violencia física a menudo
caracteriza a la narración oral». Ong (1987] 2010, p. 50)
Ø Empáticas
y participantes antes que objetivamente apartadas
En
las culturas orales, el que sabe se identifica con lo sabido en tanto que hay
cercanía subjetiva, mientras que con la escritura hay un distanciamiento entre
lo escrito, que es “objetivo”, y el que aprende de lo escrito.
Ø Homeostáticas
Las
culturas orales viven un continuo presente y por tanto se mantiene en
equilibrio (homeostasis) la reactualización de los significados de acuerdo a la
situación en la que sean narrados.
Ø Situacionales antes que
abstractas
Los
conceptos usados por las culturas orales tienen una referencia situacional ya
que existe una cercanía con el mundo humano vital.
Las
características y mecanismos explicados por Ong también se manifiestan en las
narraciones, mitos, leyendas, canciones o discursos en las lenguas originarias
del Perú, ya que estas pertenecen a pueblos orales primarios, por más que
cuenten actualmente con un alfabeto oficial o con material escrito. Si bien es
cierto, la escritura es necesaria e importante en la comunicación y en el
proceso de modernización lingüística, esta suprime gran cantidad de información del plano oral, que en
culturas orales primarias, representa datos esenciales en la comunicación de
los pueblos. Las redundancias, repeticiones, epítetos, etc., no son elementos
discursivos prescindibles, por el contrario, son indicadores contextuales
sumamente importantes.
Referencia
bibliográfica
Ong,
W. ([1987] 2010). Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra.
México D. F.: Fondo de Cultura Económica.
[1] Estudiante del décimo ciclo
de la carrera profesional de Lingüística de la UNMSM. Interés en la
investigación de lenguas amazónicas en los aspectos fonológico y
morfosintáctico, así como en la Educación Intercultural Bilingüe (EIB).
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