Por María Roca Salazar[1]
El
artículo Redefiniendo la dislexia:
explicando la variabilidad, escrito por Cyril R. Pernet, Olivier Dufor y
Jean-Francois Démonet, y publicado en
los Escritos de Psicología, explica la conmoción científica que produce el
desafío de atribuir una causa simple a la dislexia evolutiva cuando se observan
pacientes con perfiles variados. Esto ha generado la proliferación de hipótesis
neurocognitivas que compiten por explicar la dislexia. No obstante, los autores
destacan la hipótesis auditiva, la visual, la cerebelar y una que integra a las
tres anteriores: la teoría general magnocelular (Stein, 2001). Esta, además de englobar
los aspectos fundamentales de la teoría auditiva y visual, parte de las teorías
cerebelares y atencionales, las cuales tratan cada déficit como consecuencia de
un defecto magnocelular general. Según esta teoría, los déficit fonológicos son
secundarios en comparación a otro. Esta idea viene apoyada por las anomalías
histológicas de células M en el núcleo geniculado lateral y medio del tálamo (Livingstone
et al., 1991; Galaburda et al., 1994) y probablemente otras anomalías en
células cerebelares de Purkinje.
Los
autores también revelan, a partir de su investigación, que no todos los
pacientes con dislexia pueden ser tratados adecuadamente debido a la dificultad
para proponer un buen diagnóstico y a la incapacidad de los investigadores para
proponer un test conductual que capte el elemento nuclear de la dislexia, una
categoría construida para reflejar diversos desórdenes cerebrales que producen
diversos déficit de lectura relacionados. Frente a esta situación, Pernet,
Dufor y Démonet sostienen que urge la necesidad de utilizar un criterio
diagnóstico común para mejorar la comprensión de la verdadera naturaleza de
este trastorno, por lo que es importante redefinir la dislexia a partir de la
revisión de los criterios de investigación relacionados con la selección de
sujetos, la descripción de las características conductuales para evitar
sobreestimar y/o subestimar la presencia algún déficit presente en este
desorden.
Finalmente,
los investigadores concluyen con la presentación de un trabajo prometedor que
apunta hacia una visión multifactorial de la dislexia y sugiere que existen
diferentes fenotipos cerebrales que respaldan distintos fenotipos conductuales
a partir de la revelación de los estudios genéticos que han evidenciado
múltiples locus para las anomalías cromosómicas y particularmente en los
cromosomas 15 y 6, pero también, 2, 3, 1 y 18. Esta multiplicidad de genes
candidatos probablemente refleja la variabilidad observada en la dislexia a
nivel comportamental. Por tanto, la naturaleza multifactorial y poligenética en
el desarrollo de la dislexia sugiere claramente la existencia de varios
fenotipos cerebrales (Goldberg y Weinberger, 2004; Gottesman y Gould, 2003).
Referencia bibliográfica
Pernet,
Cyril R.; Dufor, Olivier; Démonet, Jean-Francois; (2011). Redefiniendo la
dislexia: explicando la variabilidad. Escritos
de Psicología - Psychological Writings, Mayo-Agosto, 17-24. Extraído de http://www.redalyc.org/pdf/2710/271022095003.pdf
Galaburda, A. M., Menard, M. T. & Rosen, G. D. (1994). Evidence for aberrant auditory anatomy in developmental dyslexia. Proceedings of the National Academy of Sciences (USA), 91, 8010-8013.
Galaburda, A. M., Menard, M. T. & Rosen, G. D. (1994). Evidence for aberrant auditory anatomy in developmental dyslexia. Proceedings of the National Academy of Sciences (USA), 91, 8010-8013.
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