domingo, 26 de noviembre de 2017

Uso de mayúsculas

Por Isai del Carmen San Miguel[1]

Para una buena redacción o escritura, se consideran diferentes factores para lograr el entendimiento de lo que se quiere expresar o señalar. Uno de los factores o reglas de ortografía que podemos emplear para una buena redacción es el uso de las mayúsculas. La Real Academia Española (RAE) publicó el Diccionario panhispánico de dudas[2], conocido como DPD, en el 2005. En el apartado del uso de las mayúsculas, se destaca cuestiones formales generales, uso de mayúsculas en palabras o frases enteras, uso de mayúscula inicial exigido por la puntuación y uso de la mayúscula inicial independientemente de la puntuación. A continuación, se señalará brevemente algunos contextos importantes para el uso o no uso de las mayúsculas:

¾    Se utiliza mayúscula para los nombres propios como antropónimos, topónimos.
¾    No se utiliza mayúscula cuando los nombres propios han pasado a ser nombres comunes, por ejemplo: donjuán, celestina, etc.
¾    Se utiliza mayúscula los nombres de entidades e instituciones, por ejemplo: Ministerio de Salud, Organización de las Naciones Unidas, etc.
¾    Se utiliza en mayúscula cuando el artículo forma parte del nombre, por ejemplo: La Habana, El Salvador, etc.
¾    No se utiliza mayúscula para los cargos o empleos como por ejemplo: rey, papa, etc.
¾    Se utiliza mayúscula para los nombres de dioses, profetas y otras entidades espirituales.
¾    Se utiliza mayúscula para las designaciones de forma estilística a algunos topónimos, como por ejemplo: la Ciudad Eterna (Roma), el Nuevo Mundo (América), etc.
¾    Se utiliza mayúscula cuando se trata de un periodo histórico o movimiento histórico.
¾    Se utiliza mayúscula para la primera palabra del título de una película o libro.
¾    Se utiliza mayúscula para los nombres de periódicos y revistas, por ejemplo: El Comercio, La República.
¾    Se utiliza mayúscula para los títulos de los libros sagrados.
¾    Se utiliza mayúscula para designar disciplinas de estudio solo en el ámbito académico.
¾    Se utiliza mayúscula a inicio de palabra para los nombres científicos.
¾    Se utiliza mayúscula para los nombres de torneos y premios.
¾    Se utiliza en mayúscula los nombres de los signos zodiacales.
¾    No se utiliza mayúsculas para señalar los nombres de leyes científicas. Es preciso que si el nombre de la ley tienen un nombre propio, este sí empleará el uso de la mayúscula. Por ejemplo, la ley de Ohm.
¾    Se utiliza mayúscula cuando se utiliza el nombre propio de un autor para hacer referencia a su libro, pintura, etc. Por ejemplo: “Tengo varios Picasso en casa”.
¾    No se utiliza mayúscula para los nombres de monedas.
¾    Se utiliza la mayúscula en siglas y en algunos acrónimos, como por ejemplo: ONG, ONU, OEA, ADN, CD, FBI, HTML, etc. Cabe señalar que no se utilizan mayúsculas en algunos acrónimos cuando estos han sido sustantivados (como por ejemplo: sida, vip, etc.) y que estas a partir de cuatro letras solo va la letra inicial con mayúscula, por ejemplo: Unesco.
¾    No se utiliza la mayúscula para el nombre de las lenguas y de los pueblos originarios.
¾    Se utiliza mayúscula para las inscripciones de lápidas y monumentos.
¾    Se utiliza mayúscula después del uso del punto.
¾    Se utiliza mayúscula cuando después de los puntos suspensivos se cierra el enunciado, si no lo hace se no utilizará la mayúscula.
¾    Se utiliza mayúscula después de los dos puntos cuando es el saludo de una carta, documento o cita.
¾    Se utiliza mayúsculas después de los signos de pregunta o exclamación cuando sus signos equivalen al punto.
¾    Se utilizan mayúsculas para escribir los números romanos.
¾    No se utiliza mayúscula para los nombres de las notas musicales.
¾    No se utiliza mayúscula para los nombres de los días de la semana y de los meses, solos si estos formar parte de nombres propios.
¾    No se utiliza mayúscula para los nombres de las religiones.
¾    Es preciso señalar que las palabras con uso de mayúsculas no están exceptas de la regla de tildación. Es decir, a pesar de que estén escritas en mayúsculas deben de llevar tilde.
Con lo descrito podemos observar que el uso de las mayúsculas no solamente se presenta para los nombres propios o para la letra de inicio de un texto, sino que presenta una mayor cantidad de casos para su utilización.


Referencia
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA & ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA. (2005). Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana.




[1] Estudiante de décimo ciclo de la E. A. P. de Lingüística de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con experiencia en docencia y manejo de grupos. Interesada en estudios sobre castellano y metodologías de enseñanza de segunda lengua.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Uso normativo del gerundio


Por Carlos Joel Vargas Guerrero[1]
Los gerundios son formas verbales no personales, es decir, no indican la persona gramatical en su estructura; a diferencia de verbos conjugados como comemos (1.a p. pl.), partiste (2. a p. sing.) o llora (3. a p. sing.) donde se reconoce la persona en los morfemas flexivos. A los gerundios se les identifica por las terminaciones –ando (amar [1.a conjug.] > amando) y ­–iendo (correr [2.a conjug.] > corriendo; partir [3.a conjug.] > partiendo); además se encuentra la terminación –yendo a partir de algunos verbos, sobre todo de tercera conjugación (intuir, oír, caer > intuyendo, oyendo, cayendo).

TIPOS DE GERUNDIO
El gerundio se puede presentar en una forma simple (estudiando) o en una forma compuesta (habiendo estudiado). También se puede clasificar el gerundio según tenga o no un sujeto propio, así tenemos el gerundio conjunto o concertado y el gerundio absoluto o no concertado:
«El gerundio conjunto o concertado: Es el gerundio que tiene el mismo sujeto que el del verbo en forma personal». Morales, F. (2008, p. 331). Por ejemplo, en Los niños jugaban brincando de un lado a otro. El sujeto los niños es el mismo para jugaban y brincando.
«El gerundio absoluto o no concertado: Es el gerundio que tiene su propio sujeto, distinto del sujeto de la oración principal». Morales, F. (2008, p. 331). Por ejemplo, en Entrando el profesor al salón, los alumnos regresaron a sus asientos. El gerundio entrando tiene su propio sujeto que es el profesor, distinto al verbo regresaron cuyo sujeto es los alumnos.

USO NORMATIVO DEL GERUNDIO
NORMATIVAMENTE CORRECTO
Gerundio como circunstancial (modificador verbal)
Presenta diferentes valores en los que la acción expresada en el gerundio es anterior o simultánea:
·         Modal            Indica la manera en la que se realiza la acción del verbo principal.
Ej.: Mi hermano entrena cargando mucho peso. / Ingresó marcando al azar.
·         Causal            Indica el porqué de la acción del verbo principal.
Ej.: Teniendo esos antecedentes, no podrás trabajar aquí. / Habiendo dicho eso, dejó de ser mi amigo.
·         Condicional   Indica una condición.
Ej.: Trabajando por igual, terminaremos pronto.
·         Temporal       Indica en qué momento acontece la acción del verbo principal.
Ej.: Llegando a mi casa tomaré la pastilla. / Lo encontramos estudiando solo.
·         Concesivo      Por lo general va antecedido de aun.
Ej.: Aun habiéndole llamado la atención, siguió en lo mismo. / Aun sintiendo dolor, no paró de correr.
Gerundio locativo o de ubicación o de dirección
Indica la ubicación o dirección de un lugar respecto de una posición o dirección inicial.
Ej.:      El museo se encuentra pasando el centro comercial.
Viniendo de sur a norte, la discoteca está a la derecha.
Gerundio adjunto al objeto directo
Usado generalmente con verbos de percepción (oír, mirar, notar, encontrar, observar, etc.) o representación (pintar, dibujar, imaginar, mostrar, etc.). Este gerundio debe indicar acciones que no sean permanentes o muy lentas, de no ser así su uso es inválido.
Ej.:      Vimos un malabarista lanzando siete pelotas. / Escucharon al monaguillo cantando un coro.
Gerundio como pie de imagen
Describe alguna imagen cuadro, fotografía, etc.
Ej.:      El alcalde inaugurando la biblioteca. / Bebés jugando ajedrez.
Gerundio de obligación
«[s]e emplea para indicar que alguien debe estar, hallarse o permanecer en cierto lugar haciendo lo que le corresponde hacer». Morales, F. (2008, p. 336).
Ej.: Aquí es donde me quiero quedar, ayudando a quienes más lo necesiten.

NORMATIVAMENTE INCORRECTO
Gerundio de posterioridad
Se considera incorrecto el uso del gerundio para indicar acciones posteriores al verbo principal en la oración.
Ej.: Estudió un año en la academia, ingresando a la universidad en el 2017.
Corrección: Estudió un año en la academia e ingresó a la universidad en el 2017.
Gerundio usado como adjetivo
Ej.: Se encontró un maletín conteniendo dólares falsos.
Corrección: Se encontró un maletín que contenía dólares falsos.
Ej.: Ya son varias las cartas exigiendo un aumento salarial.
Corrección: Ya son varias las cartas que exigen un aumento salarial.
Excepción: hirviendo y ardiendo (agua hirviendo, casa ardiendo)
Gerundio partitivo
Ej.: Hay varios programas de televisión basura, siendo los de farándula los peores.
Corrección: Hay varios programas de televisión basura, de los cuales los de farándula son los peores.

Referencia bibliográfica
Morales, F. (2008). Manual de lenguaje. Venezuela: Universidad de los Andes.









[1] Estudiante del décimo ciclo de la carrera profesional de Lingüística de la UNMSM. Interés en la investigación de lenguas amazónicas en los aspectos fonológico y morfosintáctico, así como en la Educación Intercultural Bilingüe (EIB).

lunes, 13 de noviembre de 2017

Sobre la Política Nacional de Lenguas Originarias, Tradición Oral e Interculturalidad

Por Anell Melissa Balabarca Albino[1]

En julio de 2017, se aprobó la Política Nacional de Lenguas Originarias, Tradición Oral e Interculturalidad, después de un proceso de consenso entre veintidós entidades del sector público y dos organizaciones indígenas, además de los aportes de expertos de otros países. Este proceso estuvo también a disposición de los ciudadanos a través de una plataforma virtual donde se podían escribir aportes del borrador del documento, este se presentaba en español y ocho lenguas originarias. Posteriormente, en agosto del mismo año, después de la aprobación de la Política Nacional por parte del Consejo de Ministros, el presidente Pedro Pablo Kuczynski suscribió el Decreto Supremo 005-2017-MC, que aprueba la Política Nacional de Lenguas Originarias, Tradición Oral e Interculturalidad.

Se plantea como problema principal el funcionamiento monolingüe de los servicios del Estado peruano; es decir, no se consideran a las lenguas originarias en la administración pública, ni los derechos lingüísticos en el marco normativo de los servicios públicos, además de la discriminación lingüística y cultural que sufren las personas que pertenecen a una comunidad originaria.  Estos problemas se tratan de revertir a partir del ejercicio de los derechos lingüísticos, donde se tiene en cuenta el uso de la lengua originaria en espacios públicas y servicios del Estado, recibir educación en su lengua materna y utilizar terminología (topónimos, nombres) en su lengua originaria. La predominancia de la lengua y la planificación lingüística también son tomadas en cuenta para el diseño de esta Política Nacional.

De manera general, esta política tiene como finalidad revalorizar las lenguas a través de los servicios del estado de todos los niveles de gobierno para garantizar el correcto funcionamiento de los derechos lingüísticos de las comunidades donde prime una lengua originaria, además del español. Pero esto no es lo único que debemos conocer sobre la Política Nacional recientemente aprobada.

Lo primero que debemos considerar es que su base normativa está ejecutada en base a el Convenio 169 de la OIT, la declaración de las naciones unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, la convención para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial, la constitución política de 1993, la ley n° 29735 y el artículo 4 del decreto supremo N° 004-2016-MC; todas ellas tienen como fin la preservación y difusión de las lenguas indígenas.

Maneja como base fundamental tres conceptos: lenguas originarias, tradición oral e interculturalidad. Las lenguas indígenas u originarias son concebidas como toda lengua anterior a la difusión del español y que aún son utilizadas en territorio nacional, además son consideradas “vehículo de transmisión de conocimiento y prácticas de un pueblo”. Por su parte, la tradición oral se conceptualiza bajo las consideraciones tomadas por la ley n° 29735 y la convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, así, es definida como principal creadora de espacios para la transmisión intergeneracional de conocimiento, que además ayuda en la preservación de la lengua originaria. Mientras que la interculturalidad es considerada como un proceso que, además de contribuir en la comunicación de personas o comunidades con conocimientos culturales y tradiciones distintas, permite la revalorización de la identidad propia del pueblo.

Además, se plantean seis ejes de los que se parten para la planificación de los lineamientos que serán ejecutados posteriormente: La gestión pública y prestación de servicios públicos con pertinencia lingüística; el uso, visibilización y reconocimiento de las lenguas indígenas u originarias; la disminución de la discriminación por uso de lenguas indígenas u originarias; la salvaguarda de la tradición oral y la identidad cultural de los pueblos indígenas u originarios; la revitalización  recuperación de las lenguas indígenas u originarias; y finalmente, el desarrollo de las lenguas indígenas u originarias.

Lo mencionado anteriormente va a continuar con el trabajo ya realizado por el Estado en favor de la revalorización y difusión de las  lenguas originarias en temas de políticas públicas. Así, por ejemplo, el RENIEC ha implementado registros civiles bilingües en las lenguas jaqaru, aimara, awajun, wampis y shipibo-konibo, además de sus actas oficiales en versiones bilingües. Por su parte, el MINEDU ha contribuido con la implementación y distribución de material escolar en 23 lenguas originarias, en la elaboración de materiales educativos  en 10 lenguas originarias; además se han normalizado 37 lenguas originarias, y están en proceso de consenso otras 4. El instituto nacional de radio y televisión esta transmitiendo en señal abierta dos noticieros en lenguas originarias: Ñuqanchick (quechua) y Jiwasanaka (aymara). Desde el instituto de la amazonía peruana, en colaboración con el MINCU, se ha lanzado aplicativos móviles para la enseñanza de lenguas originarias a los niños de las comunidades.

En ese sentido, ha sido un paso importante la elaboración y aprobación de la Política Nacional de lenguas originarias, tradición oral  e interculturalidad por parte del Estado, esto ratifica su compromiso con las comunidades originarias y la protección a su cultura y por tanto a su lengua originaria. Sin embargo, es deber de las organizaciones indígenas y ciudadanos sostener la aplicación de esta Política Nacional.

Referencia
Ministerio de Cultura de Perú (2017). Política Nacional de lenguas originarias, tradición oral e interculturalidad. Recuperado de http://busquedas.elperuano.com.pe/normaslegales/decreto-supremo-que-aprueba-la-politica-nacional-de-lenguas-decreto-supremo-n-005-2017-mc-1553001-6/



[1] Estudiante de 10º ciclo de Lingüística de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Expositora en la Expolingüística 2016, organizado por la E. A. P. de Lingüística (UNMSM). Entre sus temas de interés de investigación se encuentran la sociolingüística, políticas lingüísticas y planificación lingüística.

sábado, 4 de noviembre de 2017

Importancia de los estudios de actitudes lingüísticas

Por Anell Melissa Balabarca Albino[1]

Las investigaciones de actitudes lingüísticas están relacionadas con las lenguas en contacto y el aprendizaje de lenguas. Constituyen una parte fundamental de los estudios actuales en la Sociolingüística y en el presente artículo explicaremos el porqué de su importancia.

Para realizar una definición de actitud lingüística, tenemos que referirnos a dos enfoques teóricos: el conductista y el mentalista. Según el enfoque conductista, la actitud lingüística se interpreta como una reacción ante un estímulo, entendiéndose este como lengua o una situación social (López Morales, 1993; Moreno Fernández, 1998). El enfoque mentalista, en cambio, designa que una actitud lingüística es un estado mental interno, considerada además como una «variable que opera entre un estímulo que afecta a una persona y la respuesta de esta» (Fasold, 1996, p. 229); este enfoque considera, además del componente conductista, los componentes afectivo y cognoscitivo dentro de la estructura de las actitudes. 

Los estudios de actitudes lingüísticas son importantes porque son parte de los procesos de cambio lingüístico, elección de uso de variedades o lenguas según los contextos sociales, educación intercultural bilingüe, mantenimiento y desplazamiento lingüístico, planificación y políticas lingüísticas y el aprendizaje-enseñanza de segunda lengua (López Morales, 1993; Silva Corvalán, 2001). López Morales (1993) afirma que además son un factor decisivo en la competencia lingüística.

Las actitudes lingüísticas parten de dos temas de interés. El primero de ellos es denominado microasuntos, estos se relacionan con el estudio de actitudes hacia las variedades internas de la lengua; es decir, en los niveles fonético-fonológico, morfosintáctico y sintáctico. Mientras que los macroasuntos están vinculados con los factores sociales y el uso de las lenguas o variedades en determinados contextos sociales. Blas Arroyo (1994, p. 93), siguiendo la línea de microasuntos de las actitudes lingüísticas, afirma lo siguiente:

                              […] las actitudes pueden contribuir poderosamente a la difusión de los cambios                                    lingüísticos, a la definición de las comunidades de habla, a la consolidación de                                      los patrones de uso y de evaluación social y, en general, a una serie amplia de                                        fenómenos estrechamente relacionados con la variación lingüística en la sociedad.

Si analizamos las investigaciones de actitudes lingüísticas en el proceso de la EIB, podemos centrar a los maestros y alumnos como ejes fundamentales de estas investigaciones, ya que son parte del funcionamiento y del proceso de calidad que tengan las escuelas EIB, y esto depende únicamente de la actitud que tengan hacia su lengua originaria, sea esta positiva o negativa. Es muy parecido a lo que sucede en la enseñanza de una segunda lengua o una lengua extranjera, donde es importante determinar las actitudes de los alumnos hacia la lengua que se está aprendiendo, con la finalidad de crear o utilizar nuevas metodologías que contribuyan a que el aprendizaje sea más eficaz.

Si nos enfocamos en los contextos sociales, cuando dos lenguas están en contacto se estudian las actitudes lingüísticas de los hablantes con el objetivo de detectar la elección de una lengua o variedad, es decir, determinar si esta está en un proceso de mantenimiento o desplazamiento, con la finalidad de crear políticas lingüísticas que puedan revitalizar la lengua desplazada. 

En el Perú, en la última década, estudios de actitudes lingüísticas se han realizado en comunidades originarias donde se han analizado y comparado las actitudes de los hablantes hacia su lengua originaria y el español. Estas investigaciones buscan determinar cuál es la actitud lingüística predominante y la relación de estas con variables sociales (edad, género, grado de instrucción, etc.) y, en algunos casos, los contextos de uso de determinadas lenguas. Además, tienen como objetivo ser base del desarrollo de medidas en el fortalecimiento de la identidad cultural y lingüística de alumnos de las escuelas de educación intercultural bilingüe. Asimismo, sirven de base para la creación de programas de planificación y políticas lingüísticas; esto con la finalidad de revitalizar las lenguas originarias. 

Si la actitud lingüística de una comunidad de habla es positiva, esto influye en la elección o uso de una lengua perjudicando o dejando de lado a la otra. Si es positiva hacia la lengua materna, puede perjudicar la enseñanza y aprendizaje de una segunda lengua. Si es negativa, puede provocar que un cambio lingüístico se desarrolle con más rapidez.

Referencias bibliográficas

Blas Arroyo, J. (1994). Valenciano y castellano. Actitudes lingüísticas de la sociedad valenciana. Estudio sobre una comunidad urbana. Hispania, 77, 1, 143-155.

Fasold, R. (1996). La sociolingüística de la sociedad/ Introducción a la sociolingüística. España: Visor Libros.

López Morales, H. (1993). Sociolingüística. España: Gredos.

Moreno Fernández, F. (2009). Principios de sociolingüística y sociología del lenguaje. Barcelona: Ariel.

Silva Corvalán, S. (2001). Sociolingüística y pragmática del español. Washington: Georgetown University Press.




[1] Estudiante de 10º ciclo de Lingüística de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Expositora en la Expolingüística 2016, organizado por la E. A. P. de Lingüística (UNMSM). Entre sus temas de interés de investigación se encuentran la sociolingüística, políticas lingüísticas y planificación lingüística.

Variación de las expresiones de futuro en el español

Por Anell Melissa Balabarca Albino [1] Desde el enfoque sociolingüista, el desarrollo de los cambios lingüísticas dentro de una comunid...